La Universidad Nacional (UNA) es sede del 27 a 31 de octubre, de la XV Reunión Internacional de la Red de Dirección Estratégica en la Educación Superior (Red-DEES), un espacio que reúne a representantes de universidades de América Latina y el Caribe para debatir sobre los desafíos actuales de la gestión universitaria y la calidad educativa.
Durante el acto de inauguración, Jorge Pablo Barth Arroyo, director de la Oficina de Asuntos Internacionales y Cooperación Externa (AICE-UNA), comentó que la internacionalización “nos invita a fortalecer alianzas, compartir saberes y construir proyectos en conjunto” para avanzar hacia “un aprendizaje global con raíces locales”.
La reunión se desarrolló bajo la premisa de que la educación superior atraviesa un contexto de transformación acelerada, que exige a las universidades repensar sus modelos de gestión, planificación y evaluación. Barth destacó que “los desafíos de la educación superior contemporánea no pueden abordarse de forma aislada” y mencionó que espacios como este fortalecen la cooperación científica y académica regional.
El coordinador general de la Red-DEES, José Luis Almuiñas Rivero, planteó que la gestión universitaria en la región enfrenta un punto de inflexión. “Hoy la calidad es uno de los retos fundamentales que tienen las universidades latinoamericanas y caribeñas”, dijo, e instó a fortalecer la formación, la investigación y la vinculación con la sociedad.
Almuiñas agregó que en muchas instituciones “persiste un estilo de dirección tradicionalista, caracterizado por procesos repetitivos y una mínima autorregulación”, lo que genera una “artrosis organizacional” que impide innovar. Según dijo, el riesgo es inevitable en la transformación universitaria: “El riesgo sin conocimiento es peligroso, pero el conocimiento sin riesgo es inútil”.
Puntos de encuentro
La Red-DEES, creada en 2009, agrupa a instituciones de educación superior de distintos países con el propósito de impulsar la planificación estratégica, la gestión universitaria y la innovación educativa. Su misión es fomentar la cooperación multilateral y la investigación institucional.
Gabriela Pino Chacón, asesora académica de la Vicerrectoría de Investigación y representante institucional ante la Red, explicó que la UNA ha desarrollado “una gestión desde la calidad y desde la planificación desde hace bastante tiempo, incorporando cuestiones como prospectiva desde las vicerrectorías, las unidades académicas y la oficina de planificación”.
Esa estructura, agregó, “es una de las grandes fortalezas que tenemos como universidad, y eso nosotros hemos tratado en diferentes ocasiones y desde diferentes perspectivas —la internacionalización, el tema de pueblos indígenas, el tema de datos abiertos— de incorporarlo y darle nuestra experiencia a otras universidades”.
Para Pino, el valor de participar en la Red no radica en compararse con otras instituciones, sino en compartir aprendizajes: “Nosotros no somos ni mejores ni peores que otras, simplemente tenemos experiencias muy ricas que queremos compartir y aprender también de los demás”
Además mencionó que “la calidad muchas veces es vista como un conjunto de procedimientos y de pasos, y no es así. La calidad es una forma de hacer academia y una necesidad para que nuestros cursos, nuestra investigación y nuestra extensión realmente generen mejoras en la sociedad”.
Pino hizo énfasis en que la calidad permite a las universidades “verse a sí mismas, dar seguimiento a cómo lo hacen y por qué lo hacen”, y que la Red ofrece justamente un espacio donde esas experiencias “se unan y se compartan no solo en las reuniones, sino también en el quehacer cotidiano”
La Red ha consolidado una comunidad académica activa, que comparte experiencias y resultados mediante congresos, publicaciones y proyectos conjuntos. Almuiñas comentó que estos encuentros permiten “socializar conocimiento, intercambiar experiencias y fortalecer la internacionalización de la educación superior”.
Barth sostuvo que la cooperación entre universidades latinoamericanas puede impulsar la innovación educativa. “Solos no podemos realizar muchas cosas, siempre necesitamos un trabajo conjunto”, afirmó. “Entre universidades hermanas tenemos la posibilidad de desarrollar nuevos proyectos, alcanzar metas comunes y luego integrar a otros socios de Europa, Norteamérica o Asia”.
Durante estos día de trabajo las delegaciones debatieron sobre la necesidad de una gestión más democrática, integrada y transparente, que supere los enfoques burocráticos y avance hacia modelos centrados en el impacto social del conocimiento.
“No es lo mismo lo que la universidad quiere ser y lo que realmente es”, dijo Almuiñas. “Debemos construir instituciones orientadas al bien común, donde el conocimiento, el desarrollo sostenible y la responsabilidad social universitaria sean principios inseparables”.
