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“En India la demanda de dispositivos médicos va a crecer mucho”

Desde hace años, India ha venido sorprendiendo al mundo con crecimientos en su economía mayores a los del resto del mundo. El más reciente informe macroeconómico del Centro Internacional de Política Económica para el Desarrollo Sostenible (Cinpe) de la Universidad Nacional (UNA) indica que este país crecerá un 6.4% al cierre del año, promedio superior al 4.8% que se prevé para China, el 2.2% de América Latina y el 1.9% en Estados Unidos. 

¿Qué mueve a la economía india para “salirse del canasto” y dar pasos de gigante en un entorno global convulso? Para Manuel Gonzalo, académico de la Universidad de Quilmes y de la Universidad Nacional de Chilecito, en Argentina, una serie de decisiones de política pública fortalecen su posición ante el mundo, convirtiéndolo en un polo de competitividad.

Una expansión acelerada del mercado del software y de dispositivos médicos, una mayor inversión en infraestructura, principalmente urbanística y energética y un aumento en el consumo interno propiciada por un acceso al crédito más generalizado, empujan a esta economía boyante.

Gonzalo hizo una presentación global de la historia y la actualidad de India, un país de 1.400 millones de personas, a raíz de su tesis doctoral que dio paso al libro India from Latin American: peripherisation statebuildings and demand led growth. Justamente, fue invitado por el Cinpe para hablar de sus hallazgos durante su X Encuentro de investigación, el pasado 16 de octubre. 

Los principales CEO globales de empresas tecnológicas en el mundo tienen pasaporte indio, describe Gonzalo. Esto es una muestra del liderazgo que el país asiático asume en este tema. Para él, un sector como el de dispositivos médicos experimentará un incremento en la demanda, del que otros socios comerciales pueden beneficiarse.

Costa Rica, a través de su clúster de dispositivos médicos, podría ver una oportunidad en este mercado, en caso de atraer inversión o instalar empresas allá. Sin embargo, hay obstáculos de entrada: un intercambio aún incipiente, factores culturales y la falta de un acuerdo comercial entre ambas naciones, hacen que el camino se vea todavía distante.

De acuerdo con el Ministerio de Comercio Exterior (Comex), el país alberga a seis de las 10 compañías de dispositivos médicos más grandes del mundo, mientras que un 43% del total de las exportaciones costarricenses son de productos de este sector de la economía, que opera principalmente en el régimen especial (zonas francas). Esto habla de la fortaleza de este clúster.

En medio de esa fortaleza comercial, India no parece ser un socio consolidado. Datos del académico Randall Arce, del Cinpe, denotan que, en el 2024, Costa Rica exportó $66 millones a la nación asiática, e importó $165 millones, lo cual generó un déficit de balanza comercial.

Esta cifra representa apenas el 0.33% de las exportaciones totales y un 1.15% de las importaciones. Los principales productos exportados son materiales de reciclaje (36.4%), desperdicios de aluminio (13.7%) y chatarra de fundición de hierro y acero (7.7%). Los automóviles, motos y componentes son el 38% de lo que se importa, seguido de medicamentos con un 16%.

En ese listado, los dispositivos médicos no sobresalen. Sin embargo, es una tarea pendiente para el país, considerando la alta dependencia que tienen las exportaciones ticas al mercado de Estados Unidos, adonde se dirige el 68% de las ventas, según reportó El Financiero, el 23 de octubre.

Diversificar es un camino irrenunciable para las aspiraciones costarricense en el entorno global. Actualmente, el Departamento de Comercio de EE.UU. realiza una investigación amparada en la sección 232 de la Ley de Expansión Comercial de 1962, para determinar si la importación de este tipo de dispositivos representa un riesgo para la seguridad nacional, lo que podría determinar la imposición de nuevos aranceles. 

El milagro indio

A pesar de obtener la independencia apenas en 1947, junto con Pakistán, la excolonia británica comenzó un camino de ascenso económico. Manuel Gonzalo detalló, por ejemplo, que en la primera mitad del siglo XX el producto interno bruto (PIB) era del 0.5%, mientras que el PIB/per cápita estaba en porcentajes negativos. 

Tras su independencia y en tiempos de Jawaharlal Nehru como primer ministro, el PIB era del 3.5% y el PIB/per cápita alcanzaba el 1.5%. “En la década de 1990-2000 comienza un proceso de liberación económica y de privatización de algunas empresas, al punto que el Estado controla el 60% de las acciones”.

Para el periodo 2016-2019, cuando Narendra Modi asume el poder, ya el PIB era del 6.5% y el PIB/per cápita registraba un 5%. Solamente el tema de las remesas representa un 3.5%, precisó Gonzalo.

Como política pública, India invierte hasta un 8% de su PIB en proyectos de infraestructura, sobre todo, en proyectos de vivienda, aunque debe atender a su vez situaciones fundamentales como el hecho de que hasta un tercio de su población no tenga acceso a agua potable. 

En medio de ello, India emerge como una nación protagonista en el escenario internacional al ser uno de los países BRICS, junto con Brasil, Rusia, China, Sudáfrica, Egipto, Etiopía, Irán, Emiratos Árabes Unidos e Indonesia. Tradicionalmente ha sido un aliado de Estados Unidos, pero las compras de petróleo ruso han generado algún tipo de distanciamiento y, a su vez, una mayor cercanía con China, que la llevó incluso a participar en la cumbre de la Organización de Cooperación de Shanghái en setiembre anterior. 

“Si Estados Unidos deja a India irse con China sería la peor política exterior”, advirtió Gonzalo. La costa del océano Índico representa hoy día un punto neural de las tensiones geopolíticas. “El Índico es donde la rivalidad entre Estados Unidos y China se entremezcla con la rivalidad regional entre China e India y con la lucha estadounidense contra el terrorismo islámico de Oriente Medio”, destacó.

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