La maestra Roberta Carreri, exintegrante del Odin Teatret y referente mundial de la antropología teatral, presentará su unipersonal El camino de Nora este sábado 25 a las 7 p.m. y el domingo 26 a las 5 p.m.
Del 17 al 26 de octubre, la Escuela de Arte Escénico de la Universidad Nacional (EAE-UNA) es un punto de convergencia entre generaciones, lenguajes y geografías. En el marco de Conexiones Escénicas 2025, tres creadoras internacionales compartieron con estudiantes y docentes sus procesos de investigación, sus búsquedas y su manera de entender el arte como una forma de vida.
La diseñadora de vestuario escénico Diana Echandía, la artista multidisciplinar María Ganzaráin Piña y la actriz italiana Roberta Carreri, referente del Odin Teatret de Dinamarca, ofrecieron talleres y conversatorios que ampliaron la mirada sobre la práctica teatral. Para ellas, la escena no es solo un espacio de representación, sino un territorio donde se cruzan la técnica, la emoción y la memoria.
Echandía, desde Colombia, ha explorado el vestuario como un lenguaje vivo, capaz de revelar los imaginarios y tensiones de una sociedad. “Creo que la curiosidad es algo fundamental para cualquier ejercicio creativo; mientras más una navega en su interior, más tranquila se siente en explorar, en errar, en transformarse”, añadió.
Su taller “La máscara: alegorías, devenires y otras encarnaciones” invitó a pensar el cuerpo como territorio simbólico. Entre materiales textiles y gestos en construcción, las y los participantes exploraron esa fina línea entre el personaje y la persona. “La máscara también es una parte de nosotras, un lugar que habitamos”, explicó.
Desde España, María Ganzaráin Piña propuso un laboratorio de investigación multidimensional, donde la danza y la plástica se fundieron en una exploración sensorial. “Para mí la escena es una puerta, un canal desde el que amplificar la percepción y habitar otros lenguajes”, comentó. Su método no parte del texto, sino de imágenes, materiales y sensaciones que se vuelven movimiento. “Trabajo mucho desde la improvisación, desde el imaginario que surge cuando entrenamos la mirada y la atención”, compartió.

Por su parte, Roberta Carreri trajo a escena la disciplina y la poesía del Odin Teatret, donde trabajó por más de cinco décadas. “Ser actriz significa tener la posibilidad de trascender”, dijo. “Es dar espacio a algo dentro de mí que es más grande que lo cotidiano”. En su taller La danza de las intenciones y su unipersonal El camino de Nora, Carreri mostró un modo de creación que combina rigor físico, presencia y una relación profunda con el alma del personaje.
Su vínculo con América Latina, recordó, ha sido constante: “Pienso que el Odin Teatret es más conocido aquí que en Europa, porque el teatro latinoamericano ha tenido siempre una necesidad muy actual de hacer, de crear, de buscar sus propias raíces”.
Las tres artistas coincidieron en una idea: el arte escénico es una práctica de escucha. “El cuerpo es una nave, el contenedor del alma”, dijo Carreri, mientras Ganzaráin agregó que “hay que permitirse explorar sin patrones preestablecidos, moverse y también contemplar, darse tiempo para escuchar lo que el cuerpo pide”.
Desde Italia, la maestra Roberta Carreri, exintegrante del Odin Teatret y referente mundial de la antropología teatral, ofreció el taller “La danza de las intenciones” y presentará su unipersonal El camino de Nora este sábado 25 a las 7 p.m. y el domingo 26 a las 5 p.m.

Ganzaráin ofreció el Laboratorio de Investigación Multidimensional: cuerpo, espacio y práctica escénica, y presentará su pieza Campo abierto el domingo 26 de octubre a las 3 p.m., una obra unipersonal que combina danza, instalación y memoria corporal.
La entrada a todas las actividades es gratuita. Más información y formularios de inscripción en las redes sociales de la Escuela de Arte Escénico de la UNA (@eaeuna).