Desde hace varios años la sede regional Chorotega de la UNA, en compañía del Centro Mesoamericano de Desarrollo Sostenible del Trópico Seco (Cemede) y el Centro de Recursos Hídricos para Centroamérica y el Caribe (Hidrocec), ejecuta el proyecto Nimbu, el cual mediante Sistemas de Captación de Agua de Lluvia (SCALL), abastece del preciado líquido a zonas y regiones de la región Norte con serios problemas de abastecimiento de agua potable.
En Nicoya se estableció un módulo de 24 m2 llamado Nimbu I; palabra de origen Chorotega que significa “agua y lluvia”. Ambos conceptos permiten comprender la finalidad propia de esta iniciativa dedicada a captar el agua de lluvia que cae en los techos de esta pequeña área, procesarla y convertirla en 100% potable. El módulo cuenta con tres tanques que permiten abastecer hasta 5000 litros de agua cada uno, para una recolección total de 15 000 litros principalmente en la época de invierno. En todo el sistema de purificación se invirtieron 4.5 millones de colones. Para lograr este objetivo el agua que se recoge debe pasar por un riguroso proceso de transformación.
Adolfo Salinas, coordinador del proyecto, este paso se realiza mediante un sistema llamado clorinador, en el que se ponen pastillas de cloro con el fin de revolver el agua en un laberinto conformado por dos tanques: “Uno de ellos tiene una grava que permite subir el pH de lluvia y el otro tiene un carbón activado que sirve para retener impurezas que pueda tener el agua. Luego de este paso, la misma circula a otros dos filtros que quitan la materia orgánica de suspensión, y finaliza con una lámpara ultravioleta que se encarga de empujarla hacia un tubo a través de un sistema eléctrico que elimina bacterias y cualquier microorganismo nocivo para la salud, para así finalmente convertirla en agua potable”, explicó Salinas.
Agua para la región
En 2022 la UNA implemento tres reservorios de agua de lluvia para uso agrícola, en Huacas de Hojancha, Cerro Negro y Cola de Gallo en Nicoya. Al respecto Manuel Rojas, vecino de Huacas comentó que el problema era la falta de agua y fue cuando la UNA estableció el reservorio de agua de lluvia, el cual es muy útil para el periodo de verano.
Un criterio similar externó Gerardo Briceño, agricultor de la zona aseveró que vale la pena aprovechar la temporada de lluvias para garantizar la producción agrícola durante la época seca, la cual es bastante ruda de enero a mayo.
Debido a la limitante hídrica presente en la comunidad, el proyecto se ha logrado implementar en algunas partes de la región Chorotega, como el Nimbu I, en el Campus Nicoya de la UNA, Nimbu II en la Isla Caballo, ubicada en el Golfo de Nicoya y Nimbu III en la zona de Brasilito en Santa Cruz, la cual tiene recurrentes problemas en la época de verano, debido a la salinidad presente en los pozos acuíferos.
Lorenzo Díaz, presidente de la Asada de Playa Brasilito, expresó que este proyecto ha mejorado la calidad de vida de los pobladores de la zona, dada las necesidades de agua y los problemas en la época de verano cuando el preciado líquido se raciona más en la costa. “Estamos muy agradecidos con la UNA por su apoyo en esta iniciativa, un proyecto que en principio no fue fácil, desde el punto de vista logístico y de acuerdos, sin embargo, las buenas relaciones establecidas entre nuestra junta directiva y personal de la UNA, hizo que fuera viable”, comentó Díaz.