En un entorno académico y laboral muy competitivo, casi que es exigible pensar que las generaciones presentes y futuras de estudiantes puedan dominar un segundo, o hasta un tercer idioma.
Bajo la premisa de promover dicha excelencia, desde la Escuela de Literatura y Ciencias del Lenguaje de la Universidad Nacional (UNA) se implementa un proyecto llamado Redes (Redes de formación y difusión permanentes para profesores de francés como lengua extranjera en Costa Rica), en su quinta etapa.
Este proyecto combina la investigación, la docencia y la extensión. Procura que desde las carreras de bachillerato en la Enseñanza del Francés y la licenciatura en Lingüística Aplicada con énfasis en francés, puedan alcanzarse estándares de excelencia en el manejo de esta lengua.
Esto beneficia no solo al futuro profesional en la enseñanza del idioma, sino también a aquellos estudiantes de primaria y secundaria que podrán tener mejores bases de aprendizaje durante su formación en esta etapa.
Así lo reconocen Karen Pérez y Paula Matamoros, académicas y docentes de la Escuela de Literatura y Ciencias del Lenguaje, quienes lideran el proyecto. “Hace unos meses atrás una estudiante me escribió contándome que había podido entrar a una maestría en biotecnología en Francia, gracias a su conocimiento de la lengua francesa”, relató Pérez.
El dominio adecuado de este idioma es fundamental, si se considera que se habla en diversas partes del mundo, en los cinco continentes. “Entonces, es una especie de garantía que le va a abrir las puertas a muchos otros lugares y oportunidades, además de que representa una ventana cultural muy importante”, amplió la académica.
En el contexto de las oportunidades académicas y laborales que puedan abrirse, es de destacar que, desde el 20 de marzo de 2015, Costa Rica es miembro observador de la Organización Internacional de la Francofonía (OIF) y que fomenta la cooperación entre países, la democracia y la promoción de la diversidad y la cultura.
Aprovechar las oportunidades
La necesidad de innovar en las metodologías de enseñanza busca que las personas estudiantes logren obtener el grado DALF 1, definido por el Marco Común Europeo para las Lenguas y que es el requisito establecido por la Dirección General del Servicio Civil para un puesto en propiedad en el sector público. También, lo es para las universidades francófonas en sus ofertas de posgrado.
Lo mismo ocurre para optar por nombramientos en el Ministerio de Educación Pública (MEP) donde se requiere cumplir con la banda lingüística B para un interinato o el propio C1 para un puesto en propiedad.
Las bases del proyecto Redes se remontan a la década de los ochenta con un plan piloto entre el MEP y la UNA para fortalecer la enseñanza del idioma en primaria, que aquel entonces incursionaba apenas en pocos centros educativos como Estado de Israel, Jesús Jiménez, Marcelino García Flamenco y la escuela Francia, ubicada en Cartago. Había en aquel entonces muchos docentes que carecían del diplomado y se requería fortalecer los conocimientos.
La necesidad de hacer un aporte sustantivo en este tema, llevó a la UNA a ampliar sus alcances. Es así como, a través de formaciones sobre cultura francesa, prácticas pedagógicas y materiales didácticos y actualizados y dinámicos se profundizó en su enseñanza.
“Uno de los pilares de este proyecto es el de la formación continua. Los docentes no pueden estar alejados de esa misión, porque todo avanza y más ahora que hablamos de Inteligencia Artificial (IA) aplicada a la enseñanza. Entonces, lo que tratamos de hacer es apoyarles con las tendencias más actuales en esta rama”, aseguró Paula Matamoros.
La extensión del proyecto ha permitido capacitar a 1.500 participantes, por medio de talleres interactivos, del 2012 al 2024. Las académicas, con el apoyo de una pasante francesa y una estudiante asistente han recorrido regiones de Alajuela, Puntarenas, la zona norte del país e inclusive Nicaragua, compartiendo los conocimientos.
Incluso, abrieron una página web (https://www.redesfrances.una.ac.cr/index.php), una plataforma ideada para que esos materiales didácticos puedan ser accedidos por las personas interesadas.
“Eso es algo muy importante de nuestro proyecto: nuestros recursos educativos son completamente abiertos y accesibles a cualquier persona, gracias al sitio web. Allí tenemos un boletín bimensual que se llama Pallette Francophone (La Paleta Francófona), que viene con preguntas, ejercicios, videos interactivos y hasta juegos”, detalló Pérez.
Aprovechando la circunstancia de la realización de los Juegos Olímpicos París 2024, las académicas diseñaron un carrusel de imágenes en secuencia que les permitió a los docentes de la carrera de Francés ponerlo en práctica en sus lecciones, de manera que pudieran hacerla interactiva.
Ahora, el proyecto se planteó forjar un convenio con el Colegio de Licenciados y Profesores, Letras, Filosofía y Artes (Colypro) para impartir un curso de aprovechamiento que conta de 40 horas y que va en línea del objetivo general de mejorar las habilidades pedagógicas. “Es un diploma que les va a servir para obtener puntaje en el MEP”, indicó Karen Pérez.
Oportunidad
Recientemente, además, la Embajada de Francia en Costa Rica lanzó una nueva edición del programa de asistentes de idiomas, el cual faculta al Gobierno de Francia a contratar, por un periodo de siete meses y con un salario mensual de 1.000 euros a estudiantes universitarios de tercer año o más de la carrera de Francés o a docentes activos.
Las personas interesadas deben consultar las bases completas en la dirección https://cr.ambafrance.org/espanol. La fecha límite para aplicar es el 16 de octubre de 2024.