“El agua no es solo un elemento de sobrevivencia para los seres vivos, es también un detonador de la producción y el desarrollo”, afirmó Rossana Schiaffini Aponte, especialista en derecho y ciencias ambientales de la Benemérita Universidad de Puebla, México, durante el foro virtual Derecho al agua y paz en Centroamérica y México en el Bicentenario, organizado recientemente por el Instituto de Estudios Latinoamericanos de la Universidad Nacional (Idela-UNA).
No es de extrañar, entonces, que ante la escasez o ausencia de este recurso vital surja el conflicto, ya sea en vecindarios, comunidades o incluso países, como destaca la académica mexicana, autora de publicaciones sobre el conflicto binacional México-Estados Unidos de Norteamérica en torno al agua.
Para Schiaffini, a 200 años de la Independencia, la problemática alrededor del agua en la región es evidente. En México, por ejemplo, ante el crecimiento demográfico y la disminución de las áreas verdes, el país enfrenta una reducción en la disponibilidad del recurso hídrico, lo cual ha generado conflictos que han llevado a varios gobernadores ante la Suprema Corte de Justicia. También, representantes de pueblos originarios han interpuesto demandas debido a la extracción de aguas subterráneas por parte de personas no indígenas.
Equidad intergeneracional
Para democratizar el derecho al agua -sostiene la especialista- se requiere, en primer lugar, dotar a los pueblos del servicio de agua y que este sea de calidad. Las leyes internacionales en la materia pueden contribuir a hacerlo viable; no obstante, “tenemos muchas leyes, pero en la práctica tenemos menos disponibilidad de lo que nos interesa, que es el recurso hídrico”, advirtió.
Es por eso que insta a tener en cuenta la equidad intergeneracional, un principio de derecho internacional que se refiere a la responsabilidad que tenemos de conservar los recursos para las generaciones venideras. “Esto nos obliga a una conducta responsable, racional. No debo tomar más de lo que realmente necesito porque es de los que vienen después”, subraya.
En el caso del agua -indispensable para la sobrevivencia, pero también para la economía y el desarrollo- la dotación de este recurso para las actuales y próximas generaciones tiene una alta incidencia en el tema de la paz, según recalca la investigadora mexicana. “Al no tener que estar pensando en cómo me doto, cómo obtengo este recurso para sobrevivir, pues ya individualmente esta es una incidencia neurolingüística; o sea, si mi mente está en paz, también lo que yo pronuncie es en términos de armonía”, explica.
Pero no solamente es eso. Schiaffini, quien está por publicar la obra “Del estrés hídrico a la escasez y su impacto en la paz y el desarrollo mundial”, reitera que si no tenemos agua, las industrias no tendrían forma de producir y de generar recursos y desarrollarlos. “Sin agua, que es vida, no hay entonces esa posibilidad de vivir en equilibrio, de tener y destinar recursos hídricos para la producción”.
Foto: Rossana Schiaffini, académica de la Benemérita Universidad de Puebla, México, participó en el foro Derecho al agua y paz en Centroamérica y México en el Bicentenario, organizado por el Idela. (Foto Joaquín Salazar).
Cámara y edición de video: Joaquín Salazar.