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Financiamiento permanente de estaciones sísmicas le aseguraría datos al país

John Bolaños Paniagua y Evelyn Núñez Alpízar, del Ovsicori, realizan labores de mantenimiento de los equipos de ese instituto instalados en diferentes lugares del país, como las montañas de Abangares.

Redacción y edición: Randall Hernández W. Periodista O.C-UNA

La Asamblea Legislativa discute el proyecto de ley 24.738, con el cual se busca garantizar el financiamiento permanente para mantener y modernizar las estaciones sísmicas del Ovsicori-UNA que operan en el país, una red fundamental para anticipar y responder a eventos naturales como terremotos y erupciones volcánicas. 

Esteban Chaves Sibaja, director del Observatorio Vulcanológico y Sismológico de Costa Rica (Ovsicori-UNA), explicó que la iniciativa plantea crear un fondo mediante un impuesto a seguros de vida, incendios y líneas afines. Con esos recursos se financiaría a los principales institutos responsables del monitoreo dinámico del país: el Ovsicori de la Universidad Nacional, la Red Sismológica Nacional (RSN) y el Laboratorio de Ingeniería Sísmica de la Universidad de Costa Rica (UCR) y el Instituto Meteorológico Nacional (IMN).

El financiamiento permanente es absolutamente necesario para garantizar el estudio y monitoreo de las fuentes que pueden originarse en el interior de la Tierra o por efectos meteorológicos. De esto depende la capacidad del país para responder ante eventos complejos de la naturaleza y, en consecuencia, no afectar la seguridad social y económica de Costa Rica”, afirmó Chaves.

El proyecto, que presentó la diputada Rosaura Méndez Gamboa, del Partido Liberación Nacional, está en la Comisión de Asuntos Sociales, donde se analizan observaciones de distintos sectores. Posteriormente pasará al plenario legislativo para su discusión y eventual aprobación.

Un trabajo en equipo

Costa Rica cuenta con cerca de 150 estaciones sísmicas, meteorológicas y de GPS, distribuidas en su territorio. Mantenerlas en funcionamiento requiere de giras semanales de técnicos y científicos que enfrentan condiciones extremas.

El ingeniero electrónico John Bolaños Paniagua, encargado de la instrumentación de campo del Ovsicori, relató que muchas veces deben improvisar reparaciones con recursos limitados: “En las montañas de Abangares encontramos equipos quemados y tuvimos que sustituirlos con piezas de ferretería. Lo importante es mantener los datos en tiempo real, porque de eso depende el éxito del monitoreo”, señaló.

Por su parte, la sismóloga Evelyn Núñez Alpízar, también del Ovsicori, destacó que, aunque existen estaciones que reciben apoyo internacional, la mayoría depende exclusivamente de fondos públicos, lo cual retrasa las reparaciones.

El informático Christian Garita Hidalgo recordó que cada estación es parte de un sistema que no puede detenerse. “La responsabilidad es enorme. Tenemos que asegurarnos de no perder ni un segundo de datos. Eso implica inversión constante en equipos, almacenamiento y licencias, pero los procesos de compra pública son lentos y complicados”.

De aprobarse, el proyecto 24.738 permitiría contar con una fuente de financiamiento estable y asegurar la continuidad de un sistema de monitoreo que Costa Rica ha desarrollado durante décadas y es considerado uno de los más robustos de la región.

“La prevención y la ciencia son la mejor inversión en un país altamente expuesto a fenómenos naturales. Este proyecto es clave para fortalecer nuestra resiliencia como sociedad”, concluyó el director del Ovsicori.

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