El turismo sexual en el centro de San José se ha convertido en un lucrativo negocio, que reparte miles de dólares todos los días, según una investigación realizada en la UNA.
Unas 500 proveedoras de servicios sexuales independientes pueden captar diariamente unos 40 mil dólares por noche, suma que es tan solo una pequeña tajada del gran negocio que genera el turismo sexual en el centro de San José, específicamente en una pequeña zona comprendida entre las avenidas 1 a la 3 y de la calle 7 hasta la 11, donde se han erigido dos grandes complejos dedicados al turismo sexual.
Este pequeño epicentro forma parte de la zona conocida como “La Quebrada del Gringo”, un área geográfica comprendida entre las avenidas 0 a la 11 y desde la calle 3 hasta la 15, donde diariamente circulan, en promedio, cerca de 1600 turistas. El área alberga 10 hoteles a los que solo llegan turistas sexuales, unos 20 bares de los cuales 10 son frecuentados exclusivamente por estos turistas, por exturistas sexuales radicados en el país, y por ticos que buscan este servicio.
La intensa actividad actual en ese espacio josefino se expresa en una serie de cambios físicos dados en los predios privados de ese pequeño sector, en la pujanza principalmente del llamado “Complejo del Rey” y en el eje Colonial-Sleep Inn, y también en el cambio de uso del suelo en Barrio Amón en beneficio de establecimientos turísticos, principalmente de hoteles.
En esta zona los beneficios económicos se pluralizan, la mayor parte se la deja el Complejo del Rey y menormente el Complejo Colonial-Sleep Inn; sumas pequeñas quedan en manos de hoteles y restaurante de poca monta y de vida azarosa y unas 500 prostitutas que cobran unos 100 dólares por hora de trabajo, atendiendo diariamente a unos 400 turistas.
Estos son parte de las conclusiones de un estudio realizado por el académico e investigador Eduardo Mora Castellanos, de la Universidad Nacional (UNA), entre el 2011 y el primer semestre del 2012, donde desnuda la situación del turismo extranjero en San José centro. Se trata de un fenómeno no investigado hasta la fecha y que arroja datos reveladores.
De los diferentes tipos de turistas identificados en el estudio (de naturaleza y espacio rústico, sexual, laboral, médico o sanitario y estudiante), el sexual es de los más predominantes.
El turista sexual es principalmente estadounidense de clase media que procura servicios sexuales remunerados y secundariamente el juego en los casinos. Permanece en San José centro de dos a tres noches, realiza actividades principalmente nocturnas en establecimiento especializados: casinos con servicio de bar y usualmente con prostitutas a la vista, bares con prostitutas presentes y menormente bares con espectáculos de baile y desnudismo, raramente contrata servicios sexuales en la vía pública.
En términos generales, apuntó Mora, desde finales de los años 80, cuando se dio la explosión turística, en San José proliferaron muchos hoteles y otros establecimientos de interés y uso turístico; pero en realidad el impacto del turismo en ese espacio no es significativo, salvo los espacios comprendidos en el “Complejo del Rey y el eje “Colonial-Sleep Inn”.