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Archivo de la noticia: Enero 2012


Centroamérica asentada sobre fallas sísmicas

 

El istmo es propenso a sufrir el impacto de terremotos por subducción y por sismos de magnitud considerable que se originan a lo interno del continente, dado que se encuentra situado sobre un sinnúmero de fallas geológicas.

 


 

Managua en 1972, Guatemala 1976, San Salvador 1986 y Limón 1991, en Costa Rica, son algunos ejemplos de grandes terremotos originados por diferentes fallas sísmicas que atraviesan distintas ciudades y regiones centroamericanas. Estos lugares, destruidos en el pasado, son ahora mucho más vulnerables debido al crecimiento desmedido de la población y la baja calidad de las edificaciones.

 

“La región es propensa a sufrir el impacto de terremotos por subducción, y por sismos de magnitud considerable que se originan a lo interno del continente, dado que el istmo se encuentra situado sobre un sinnúmero de fallas geológicas que atraviesan importantes ciudades, muchas de ellas devastadas en el pasado”, indicó Marino Protti, coordinador del proyecto Sismogénico del Observatorio Vulcanológico y Sismológico de Costa Rica de la Universidad Nacional (OVSICORI-UNA).

 

Según datos del experto, las principales fuentes sísmicas que recorren Centroamérica a lo largo y ancho son la fosa Mesoamericana y la de Motagua, así como el resto de las fronteras entre las placas del Coco, del Caribe, Norteamérica, de Nazca, el Bloque de Panamá y la placa de Suramérica.

 

Protti explicó que las fuentes sísmicas de América Central se dividen en fallas de interplaca e intraplaca. Las interplaca, son aquellas fuentes sísmicas generadas por el roce entre dos placas, como por ejemplo la zona de subducción en el Pacífico, en donde la placa del Coco se introduce por debajo de la placa de Norteamérica en México, por debajo de la placa del Caribe en la mayor parte de Centroamérica y por debajo del Bloque de Panamá en la región sur de Costa Rica.

 

Agregó que existe otra zona de subducción al norte de Panamá que es donde se introduce la placa del Caribe bajo el Bloque de Panamá, la cual se extiende desde Colombia hasta el Caribe costarricense. Además, dentro del conjunto de fallas interplaca se encuentra la zona de fractura de Panamá que es el contacto entre la placa del Coco y la placa de Nazca hacia el sur de nuestro país.

 

“Una zona de fallas que se le debe prestar especial atención es el sistema de fallas Chixoy- Polochic-Motagua, conocida como la falla de Motagua, la cual es el contacto entre la placa de Norteamérica y la placa del Caribe. Es una falla muy larga que corta a Guatemala por la mitad y que provocó el terremoto de 1976”, indicó Protti.

 

Las fallas intraplaca, conocidas como fallas locales son aquellas que se originan en la parte interna de las placas tectónicas debido roce constante entre los bloques, lo cual provoca fracturas a lo interno de las placas, que llegan a convertirse en fallas. Estas tienen la particularidad producir sismos de magnitud moderada que no superan los 7 grados de magnitud, pero que sin embargo causan mucha destrucción por ubicarse por debajo de centros poblacionales y ocurrir a muy poca profundidad.

 

“Sismos de este tipo ocurrieron en Managua en 1972, San Salvador 1986 y 2001, así como los terremotos de Cartago, Tilarán y Cinchona, cuyas magnitud no superaron los 6.5 grados, pero si mucha destrucción”, destacó Protti.

 

El sismólogo recalcó que del norte de Honduras hacia el Caribe existe una región de fallas de locales, responsables de generar enjambres sísmicos y movimientos de magnitud moderada cercana a los 6 grados en la escala Richter que han causado muchos daños. La magnitud del daño, según Protti, obedece a que en la zona se dan pocos sismos y los códigos de construcción carecen de rigurosidad.