Con 13 años, la pianista Cinthya Soto se hizo grande con su talento al lado de la Orquesta Sinfónica Nacional de Lituania, una de las más reconocidas internacionalmente por sus impecables interpretaciones.
Aquella pequeña figura se abrió paso entre los violines hasta alcanzar el piano. Los músicos le miraban sonrientes ante un público expectante; con las primeras notas la niña se hizo grande, e irrumpió con su talento al lado de la Orquesta Sinfónica Nacional de Lituania, una de las más reconocidas por sus impecables interpretaciones.
Cinthya Soto no es nueva en los escenarios, a sus 13 años, su experiencia internacional la ha llevado a Moscú, Francia, Ecuador y Estados Unidos, entre otros. Su interés por la música, asegura Cynthia Cordero, su madre, empezó con tan solo dos años, cuando su abuelo le regaló una armónica para Navidad, y se convirtió en su juguete favorito.
A los cuatro años quería tocar violín, y para ello, entró a una academia que le permitiría aprender primero las notas en el piano, nunca más de alejó de él. Ingresó al programa Preuniversitario de piano de la Universidad Nacional y al Instituto Superior de Arte, muy pronto tocaría su primer concierto con orquesta, tenía solo nueve años, y fue el comienzo de para una exitosa carrera. Recientemente realizó una gira en Moscú y Lituania, donde fue invitada gracias a su talento.
“De mis profesores he aprendido la disciplina, ellos son estrictos pero me dan mucho tiempo para pensar y aprender, no deje de aprender”, dijo Soto.
“Cynthia es una artista, su trabajo es impecable, irá creciendo año a año y cumplirá sus metas, la fuerza de su interpretación es magnífica”, dijo su profesor Alexandr Sklioutovski.
“Cynthia recibió estimulación temprana desde que estaba en el útero. Esa estimulación de los sentidos nos deparó una hija muy hiperactiva, y había que canalizar esa energía; a los seis meses estuvo en gimnasia y hasta fue campeona nacional, ella hace todo porque quiere, nada es por imposición. Yo creo que el mismo piano le ha dado las herramientas para ser una joven muy planificada, va a karate, obtiene muy buenas calificaciones y su prioridad es el piano, su clave es la organización”, dice Cordero.
“Hago de todo, voy a fiestas de la familia y practico, pero todo debe estar planificado para poder cumplir con mi objetivo que es estudiar en el extranjero, así llegaré a ser una pianista concertista, además de mi gran sueño que es ser mamá”, dijo Soto.