Veintiún días de sesiones plenarias le tomó a quienes constituyeron el IV Congreso Universitario aprobar una propuesta de reforma al Estatuto Orgánico.
Veintiún años después de haber realizado la última reforma integral de su Estatuto Orgánico, la Universidad Nacional (UNA) podría modificarlo nuevamente, luego de que los asambleístas que constituyeron el IV Congreso Universitario aprobaron la propuesta que se sometió a su consideración, con algunos cambios o adiciones al documento original.
Tras su último voto, el pasado miércoles 25 de junio de 2014, los 229 congresistas que permanecían en el gimnasio de Promoción Estudiantil cerraban un proceso que se inició en agosto de 2013 y culminó, en medio de un ambiente de euforia y de regocijo generalizados, luego de cuatro fases que comprendieron 21 días de sesiones plenarias.
La conclusión del IV Congreso Universitario marca el cierre de una etapa y el inicio de las siguientes dos; es decir, que tras la aprobación de la propuesta de reforma estatutaria le corresponde ahora a la Asamblea de Representantes pronunciarse y finalmente la Asamblea Universitaria decidirá, mediante un referéndum, si aprueba o no la reforma.
La propuesta de Estatuto Orgánico aprobada vuelve la normativa más práctica, flexible, ágil y con regulaciones más claras en favor de la desconcentración, tal y como se había propuesto en la convocatoria a este Congreso.
Se presentan cambios significativos en comparación con el actual Estatuto Orgánico. Estos son algunos:
-Se reduce en más de un 50% el actual estatuto, tras sintetizarse algunas normas y eliminarse otras que no se consideran materia estatutaria.
-Se desconcentra el ejercicio de la gestión universitaria, el cuál ahora estaría acentuado en las facultades, centros, sedes y unidades académicas, con la consecuente flexibilidad para la organización. Al eliminarse las referencias a las modalidades de unidades académicas, se traslada a la reglamentación institucional su aprobación.
-Se agregaron artículos sobre principios, valores y fines que no están en el actual Estatuto y se correlacionaron entre sí. Además, se amplió el principio de autonomía.
-Se da mayor participación a las sedes regionales, las cuales podrán desconcentrar los procesos institucionales, desarrollar la acción sustantiva en unidades académicas y administrar su propio patrimonio. Además, tendrán un representante en el Consejo Universitario.
-Se amplía los derechos de participación del personal interino con al menos cinco años de nombramiento continuo y a tiempo completo; en lo sucesivo podrá participar en las decisiones institucionales.
-Se estableció el requisito de grado académico de maestría para ser electo como autoridad universitaria (o profesor II o su equivalente para algunos casos de puestos académicos) y se avalaron adiciones o modificaciones a los artículos relacionados con las diferentes asambleas (plebiscitaria, resolutiva y académica).
-En la estructura institucional se aprobó una figura que conjunta los modelos de gobierno, gestión académica y administrativo. Y dentro de la estructura se definió el gobierno universitario, se creó la Rectoría adjunta (sustituye a la Vicerrectoría Académica), se mantuvo la Vicerrectoría de Vida Estudiantil, se cambió la Vicerrectoría Desarrollo a Vicerrectoría de Administración y se crearon las vicerrectorías de Docencia, Investigación y Extensión (hoy direcciones de área). Además, se adscribió el Área de Planificación Económica a la Rectoría, se creó la Procuraduría de la Ética dentro del capítulo de rendición de cuentas, se incorporó un artículo sobre beligerancia política en la UNA, se aprobó el régimen de organización desconcentrada (TEUNA y TUA) y se simplificó la regulación sobre el régimen de impugnación (se hará por medio de un reglamento y se redefinen las instancias que conocen las apelaciones).
-Se mantuvo el Consejo Universitario, aunque con una nueva conformación donde se excluyen al Ministro de Educación y al miembro de la comunidad nacional y se sustituyen por académicos, uno de los cuales debe ser de sedes regionales. Será presidido por un representante académico o administrativo, designado de entre sus miembros cada dos años.
También se mantuvo el Consejo Académico, con nuevas funciones y mayor decisión en materia académica, así como la integración de la asamblea universitaria (60% académicos, 25% estudiantil y 15% administrativa).
-Se definieron las secciones regionales y el Sistema de Estudios de Posgrado.
Todas estas reformas se pueden consultar en las actas de las sesiones plenarias de las cuatro fases, así como en otros documentos disponibles en el sitio web del Congreso Universitario http://www.congresouniversitario.una.ac.cr/
La última vez que la UNA reformó su Estatuto Orgánico fue en 1983.